martes, 5 de enero de 2010

Año nuevo, vida nueva??

No existe expresión más falsa que esta.
Primero: para quienes tenemos trabajo formal y se es nuevo; nos toca trabajar la mayoría de los días festivos, los períodos vacacionales en los que generalmente los niños lo están también de las escuelas. Aunque no existe tanto trabajo como en los "días normales" la verdad no tiene uno el humor para estar 24 y 31 de diciembre encerrado durante 12 horas en tu trabajo a menos que sea en lugar de pachangas (bares, tables y todos los demás antros de perdición).
Segundo
: es patético tener que andar buscando que tragar esos días (salvo honrosas excepciones en las que mujeres maravillosas (mis queridas enfermeras que haría sin ustedes) piernita, espaguetti, ensalada navideña y demás delicias culinarias; la verdad esta para llorar no encuentras nada, ni siquiera los malditos tacos de salmonella aderezados de proteus que pululan en cada una de las esquinas de nuestras maravillosas ciudades, pueblos y ranchos.
Tercero: Después de una siesta incompleta (no alcanzan las horas para recuperarte de la desvelada), te vas a una plaza a disfrutar de un restaurante, una película o de menos sentarte en una banca a tus anchas: Noooooo: dicho placer no esta hecho para mortales simples como vosotros; todos esta lleno de turbas voraces de señoras empeñadas en gastarse todo el aguinaldo, vales y quincena de los sufridos esposos en cuanta porquería se les atraviesa en el camino. Aunque, para estos días estén pensando en empeñar hasta la abuela para poder medio tragar; jovencitos amontonados queriendo comprar cuanto artilugio tecnológico este de moda; no puedes!!!, todo esta lleno, como si todas las ratas del mundo entero se concentraran en tu querida ciudad.
Cuarto: cuando por fin te has resignado a no tener dichos placeres, te incorporas a tu rutina diaria: No señor: le falta lo mejor se nos ocurre manifestarnos contra lo que se nos venga en gana (incremento en los impuestos, por que cerraron mi calle, por que no me gusto las flores que pusieron en el camellón de mi calle, por que le cambiaron el sentido a la circulación de la calle y miles de motivos más); todo mundo regresa con una pachorra monumental, sale tarde al trabajo y creen ser los únicos que tiene prisa. Te avienta el carro, te mienta la madre, se atraviesa la calle aún con el semáforo en rojo y como resultado: un verdadero desmadre. Tráfico por doquier, choques a montones, caras de pocos amigos en toda la bola de cabrones que te encuentras en la calle y finalmente una ciudad inhabitable.
Son las únicas?. No, seguramente ustedes podrán tener muchas más. Pero son las que se me vinieron a la mente mientras espero a mi paciente (muy impuntual por cierto, estaba citada a las 14:40 horas) me haga los honores y me pueda ir a ingerir cualquier cosa que tenga pinta de comida.
Por lo tanto, la misma rutina, los mismos hábitos, la falta de colaboración, los mismos conflictos. Al final del día, la misma cascada de circunstancias de las cuales quisiste huir el año que se extingió.
nos preparan

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